martes, 25 de septiembre de 2012

20 de Abril

Se despertó la mañana llorando, amenazba con ser otro día de perros con un caótico bostezo secuencial provocado por escasez de tarea, nada más lejos de la realidad... Simulando cual monaña rusa, empieza una serie de quehaceres encadenados donde, sin quererlo, comienzo a ejercer un cargo que mide más que mi nombre pero que no pesa más que mi persona. Se deshace el miedo para dejar paso a una confianza sólo atribuible a años de experiencia de una persona que goza de esto como un hobby. Con el cielo abierto como puedes ver, el día ha fluido con tal normalidad y plagada de buenas noticias que firmaba con sangre una perpetuidad así.
Pensé que cierta mejora climática había ser debida por ausencia de vientos habituales, inexistencia de cumbres y sistemas que frenen ciclar las 4 estaciones un solo día, hasta que el mismo haz de luz que en estos momentos broncea las barquitas de Calanporter entró en mi retina para recordarme que hace 29 años un ser divino apartó a las tinieblas todo a lo que quepa el adjetivo "cruel" de esta vida con una dulce sonrisa tan perenne que ni siquiera el carbono 14 se atreve a datar. Feliz cumpleaños mi vida, mi razón de ser.

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